viernes, 5 de agosto de 2011

M.

A veces la realidad cotidiana es quebradiza. A veces se abre una brecha, que apenas se distingue. Pero ahí está.

En esas ocasiones es posible atisbar lo que hay tras la apariencia de las cosas, tras una superficie en apariencia lisa y perfecta, sin fisuras….. Y entonces, un día cualquiera, algo sucede y M. se siente como aquel Truman de la película, que se asoma tras una cortina y se da cuenta de que todo es irreal, falso, una apariencia de vida, una ficción, una impostura en vez de una vida.

Y cuando eso pasa se siente aterrada.

Aunque también puede ocurrir que sea de nuevo el principio, el comienzo de todo, pero de eso es más difícil convencerla.

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