¿Recordáis la aparición fugaz de Fulanita? (Ved: http://diariodeunarubita.blogspot.com/2010/08/no-es-bueno-que-la-mujer-este-sola-o-de.html)
Pues ayer estuve con una prima suya, una tipa estupenda, y una amiga común de ambas, y aproveché pa sonsancarle y contarle un poco la movida. La prima no daba crédito, nuestra común amiga (mucho más amiga suya que mía, e importante en mi vida en Pequeña Ciudad por muchos motivos, pa mí siempre fue un referente) se partía de la risa.
El caso: Fulanita es casada!!!! casada pero con una vida muy desgraciada....un marido un tanto capullo, y una amiga íntima muy presente en su vida. Vamos, que sigo diciendo que entiende, impresión que Amiga Común corobora porque dice que tego buen ojo para esto.....marica que es una!
y ahora Fulanita tiene modo de enterarse de que me mola..... Imagino que depende un poco del azar, de que se encuentren las primas, de que sean de chafardear,....vamos, como cuando tenía 15. ¡Qué espanto, jajaj!
Y empezarán las mariposillas en el estómago!. Hala! tú déjate querer, que día que pasa no vuelve, ;-)
ResponderEliminarAsí que has empezado un plan de ataque, ¿eh?. Ya nos darás el parte de guerra. ;)
ResponderEliminaray madre ¿pero está con Amiga Intima y con Marido Capullo a la vez?? porque si es así ¡olvídate! to es como una telenovela, ¡cuenta, cuenta!
ResponderEliminarCuidadín con las chicas no salidas del armario.....
ResponderEliminarJirafas: ...dia que pasa no vuelve.... me ha gustáo la frase, me la quedo!(con tu permiso)
ResponderEliminarJuli Gan: plan de ataque lo que se dice plan de ataque.... como que no. Si a mí se me va luego tó la fuerza por la boca, no creas. Tampoco estoy en modo petardeo, ahora. Anyways, si pasa algo (que lo dudo), os lo haré saber puntualmente. A sus órdenes, mi cabo!
Farala: jajajajaj, me hace gracia porque tengo una amiga, Sargento de Hierro, que me dice como tú, que cuento las tonterías que me pasan en plan culebrón y que se parte de la risa... Y eso qe no conoce a mis tías, ellas sí cuentan bien las cosas. Son de traca: las tres en sus ochenta, con sus pelos blancos, sus cardados de señoras mayores y una extraordinaria propensión a contarte mil y una historias, algunas muy absurdas, de sus vidas en Pequeña Ciudad.
Elena: tienes toda la razón, en una de ésas espero que no me pillen más. Ahora que estoy fuera me doy cuenta del caló que hacía dentro. Joé, si estaba hasta las trancas de gente, jejejejejej!!!!!!