martes, 21 de diciembre de 2010

De virus y otras hierbas

Ayer viví en mih propiah cannes que er médico der seguro, como se dice por aquí, se largara a desayunar dejándonos a una multitud de pacientes con los ojos a cuadros. ¿Será por eso que nos llaman a los usuarios de la Seguridad Social precisamente así: pacientes?
El tipo lo hizo con torería y valor, cuál Andie Mac Dowell en el anuncio aquel de la melena al viento, echá patrás dando vueltas en un sillon, porque-yo-lo-valgo.
Yo no daba crédito pero estaba demasiado zorreada por el virus como para protestar en voz alta. Mi cuerpo serrano se había declarado en rebeldía el viernes (bonito dia para hacerlo, y joderme de paso el fin de semana, que se presentaba con festejos varios), quizá como reacción a una nueva consulta con Gran Pepe, mi gine, en que me planteó por qué no me había embarazado y cuáles eran mis opciones. Pero esa es otra historia, casi es otra vida.....
Hay que ver cómo es el cuerpo: te pega un leñazo mental, y te vienes abajo físicamente.
Total, que me lío, a lo que iba: me resultó curioso ver cómo los más fieros leones en la sala de espera --tengo que decir que jubiladetes en su mayoría-- recibían al doctor faltón con una mansa sonrisa tras su paréntesis tostadil. Y yo, que no dije nada fuera, en consulta estuve bastante hosca, parca en palabras. Cómo somos los seres humanos, ¿no?
En fin, los días de encierro forzoso me han dado el margen que necesitaba para encajar lo del viernes, y he llegado a la conclusión de que para seguir en el camino de la maternidad, -eso lo tengo claro, que sigo en la carretera, -que se presenta más largo y dificultoso de lo que creí (¡cuánta razón, Farala, pero cuánta tenían tus comentarios!) me lo tengo que plantear de otra manera.
Me lo habían aconsejado tambien Comadre E. y Sargento de Hierro, pero reconozco que no les había hecho mucho caso. Esto es una carrera de fondo, sin duda, y a lo tonto llevo un año pendiente de ello, sin hacer gran cosa más: sin viajar, sin planear nada por si me pillaba en mitad de un tratamiento, sin relajarme del todo, alerta siempre a mi cuerpo y sus señales, sin, sin, sin.....
Una vez más, me he dado la vuelta como un calcetín.
Necesito desconectar un poco la cabeza y plantearmelo a más largo plazo, sin presiones autoimpuestas, que además son las peores. Total, que he decidido volver a mi vida de antes, echar cervecitas, viajar, relajarme,....... tomar unas vacaciones mentales por un tiempo, aprovechando que lo que me plantea Gran Pepe es empastillarme (poco) desde enero y empezar el proceso duro de hormonas en marzo o así.
¿Como lo véis? ¿Sería el momento de hacerle una visita a Chilenita Hermosa en su país? Me encantaría retomar la cuenta de los lunares de su espalda........y allí las vacaciones son en febrero.....

3 comentarios:

  1. Un descanso te vendrá bien para cuerpo, la mente, el alma...esta carrera de fondo es dura aunque eso sólo lo sabemos las que lo experimentamos...lo que cuenta es el resultado final que antes o despues te llegará como a todas.Un beso y que disfrutes de tu merecido descanso.

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  2. Pues si RuBiTa: supongo q por eso (y mucho mas) somos (y debemos ser) pacientes... pero es asi y por estas situaciones q cuentas, agradezco mil veces a mi empresa q nos proporcione un seguro privado q, ademas, en muchas ocasiones no se paga con dinero. Menuda se liaria aqui si cada uno d nosotros, por cada problema fisico, se hubiese d manejar con la sanidad publica!! Desde luego q la compañia quebraba; es una pena. Mejorate y pasa unas felices fiestas!

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  3. Mil gracias, Ama y Mama E, por los ánimos. No sabéis cuánto me alegra que todo os vaya bien, chicas. Un beso.

    Saritisima, bendita tú entre las mujeres..... De todos modos, te diré que a pesar de todo prefiero la pública, aunque haya experiencias de este tipo a veces. Gracias por tus buenos deseos, lo intentaré.

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