jueves, 15 de julio de 2010

La pérdida

Hace tiempo me pregunto por qué ese pudor ante el dolor de los demás. Hace tiempo que sospecho que cuando lo sentimos es porque ese " los demás" se refiere a gentes que nos son por completo ajenas.
Con los cercanos, con la gente querida, con los nuestros, es muy diferente.
Lo que sientes es impotencia, por no poder hacer nada para evitar lo inevitable, por no poder parar el dolor, porque no está en tu mano sino en las de la naturaleza, porque hay ciclos que deben cerrarse para que otros se abran.... porque la vida manda, empuja, mangonea, embarra. Non-stop, sin pausa, tic tac, tic tac.........
Y no puedes evitar que gente a la que quieres sufra y lo pase mal, y asumir eso, que no puedes hacer gran cosa, más allá de acompañarlos y estar ahí, es duro.
No importa que no puedas dormir o que los lleves todo el día en el pensamiento. Lo importante es lo otro, lo inevitable, la pérdida. Y eso no tiene arreglo.

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